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VENDAVAL LYRICS
"Mi Otra Mitad" (2005)
1. Mi Otra Mitad 2. Muerte al alba 3. Rostros Extraños 4. Santa Compaña 5. A la sombra del Ciprés 6. La Lanza del Destino 7. Recuerdos de la Alhambra 8. Carta de un Soldado 9. Tu Dios 10. La Nave Blanca
1. Mi Otra Mitad
Hace tiempo atrás
te prometí una canción.
Quizás ya no te acuerdes
porque el destino nos separó.
Sigo estando aquí
y recuerdo cada día
aquellos tiempos de infancia
que ya jamás volverán.
Sé que estás en un reino de cristal,
donde al fin nace tu felicidad.
No hay fronteras que nos puedan separar,
porque tú eres mi otra mitad.
Tantos años llenos de ilusión,
entre libros, sin apenas
ver el sol de las mañanas...
y hoy al fin tu sueño se cumplió.
Tienes que dejarme presumir
de llevar tu misma sangre,
déjame ser tu profeta en la tierra
puesto que el cielo se te concedió.
Sé que estás en un reino de cristal,
donde al fin nace tu felicidad.
No hay fronteras que nos puedan separar,
porque tú eres mi otra mitad.
Sólo ahora, con esta canción
puede hablar mi corazón.
Me di cuenta de todo lo que perdí
cuando ya no estabas aquí.
Sé que estás en un reino de cristal,
donde al fin nace tu felicidad.
No hay fronteras que nos puedan separar,
porque tú eres mi otra mitad.
Música y Letra: Luis Fernández
2. Muerte al alba
Vuelve a llover, en tierras ya antes
manchadas con sangre de libertad.
Vuelve a nacer, un demonio que borra a su paso
el llanto de la verdad.
Eres el agua de un pueblo con sed,
eres el fuego que quema el poder.
Sueño otra vez tu rostro impasible ante el miedo
luchando por obtener
la libertad de aquellos que sudan la tierra
y no tienen para comer.
Eres el agua de un pueblo con sed,
eres el fuego que quema el poder.
Muerte al alba, pero aún vivir en los corazones
de los que luchan por tus convicciones
te hace ser inmortal.
Aún se escucha tu voz resonar entre las montañas
las que años atrás fueron tus aliadas
para encontrar la libertad.
Al fallecer
veo que mi sangre es roja y mi corazón también lo es.
Mi caminar
de Bolivia al cielo y del cielo también me quieren expulsar.
Sigues siendo la fuerza y la fe,
eres el fuego que quema el poder.
Muerte al alba, pero aún vivir en los corazones
de los que luchan por tus convicciones
te hace ser inmortal.
Aún se escucha tu voz resonar entre las montañas
las que años atrás fueron tus aliadas
para encontrar la libertad.
Vuelvo a caer
y aunque de rodillas me muera mi corazón seguirá en pie.
Sin decaer
hasta la victoria siempre he gritado y siempre lo haré.
Sigues siendo la fuerza y la fe,
eres el fuego que quema el poder.
Muerte al alba, pero aún vivir en los corazones
de los que luchan por tus convicciones
te hace ser inmortal.
Aún se escucha tu voz resonar entre las montañas
las que años atrás fueron tus aliadas
para encontrar la libertad.
Música: Luis Fernández
Letra: Txema Trinidad, Luis Fernández
3. Rostros Extraños
En la ventana mirando está
busca una luz que le pueda aclarar
una vida pasada que nunca podrá recordar.
Miles de extraños diciendo estar
siempre a su lado queriendo ayudar.
Cientos de historias que olvidará,
el tiempo y su mente las devorarán.
Toda una vida que nunca podrá recordar.
Quiere despertar
de la soledad
y todos sus miedos matar.
Quiere comprender
lo que un día fue
ganarle al olvido ésta vez
la oportunidad de ser él un día más.
Cree que la muerte llamando está,
ú ltimos días o muchos quizá.
Se le escapan las horas
y no las podrá recordar.
Miles de caras rodeándole,
rostros extraños llorando por él.
Un alma en pena buscando está
una razón para continuar.
Cierra los ojos, ahora puede recordar.
Quiere despertar
de la soledad
y todos sus miedos matar.
Quiere comprender
lo que un día fue
ganarle al olvido ésta vez
la oportunidad de ser él un día más.
Música y Letra: Txema Trinidad
4. Santa Compaña
Fue en una noche de muertos.
Quiso el destino hace tiempo atrás
que se perdiera en el bosque
la dama que a un pobre poeta robó el corazón.
Cerca ya de medianoche
el hombre impaciente en su busca salió,
hallando el cuerpo de su dama
sin vida y sin alma a la que declararle su amor.
Cuentan las gentes de ese lugar
que la compaña a la dama encontró y se la llevó.
Santa compaña, llévame a mi también,
es un frío destino vivir si ella no está junto a mí.
Prefiero morir, prefiero morir.
Dio sepultura a su dama
y de rodillas al cielo juró
ser víctima de la compaña,
" No me importa morir mientras la vuelva a ver".
Fueron pasando los días
y el triste poeta encerrado esperó
la noche de los difuntos
en la que se armó de valor y hacia el bosque partió.
Sólo seguía a su corazón
y en el lugar donde ella murió, allí le esperó.
Santa compaña, llévame a mi también,
es un frío destino vivir si ella no esta junto a mí.
Prefiero morir, prefiero morir.
Pobre condenado a muerte
decían las gentes al verle pasar.
Pero el hombre sonreía,
por fin con su amada estará toda la eternidad.
Música y Letra: Luis Fernández
5. A la sombra del Ciprés
Cuando era niño
mi madre me contó
la historia de un hombre
que murió.
Fue en un frío día,
el otoño le llevó
a hacer compañía
a Dios.
Cielo gris y luna negra
porque ese día
hasta el viento lloró
la ausencia de tu vida
y de tu amor.
A la sombra del ciprés
se entierran recuerdos
y sueños del ayer.
A la sombra del ciprés,
testigo en silencio
del tiempo, y tal vez
te pueda ir a cantar
esta humilde canción
a la sombra del ciprés.
Como pasa el tiempo...
pero no hay ningún día
sin que alguien me cuente
cosas sobre ti.
Miro al firmamento
y pregunto a las estrellas
acerca de los tiempos
que han de venir.
Siempre la misma respuesta
dicen que al cielo
te vas al morir
y espero que no mientan
sólo por ti.
A la sombra del ciprés
se entierran recuerdos
y sueños del ayer.
A la sombra del ciprés,
testigo en silencio
del tiempo, y tal vez
te pueda ir a cantar
esta humilde canción
a la sombra del ciprés.
Música y Letra: Luis Fernández
6. La Lanza del Destino
Ya no respiraba en la cruz
y un soldado se le acercó
" Que baje a salvarte tu dios,
que yo tengo a mi propio señor".
Alzó su mortal estandarte
y ahondó con su hierro a Jesús,
la sangre de Cristo brotó
y la lanza en reliquia erigió.
Desde entonces fue la obsesión
de todo rey y emperador
poseerla sería la gloria,
invencible ante el mundo y ser Dios.
Su leyenda creció
a lo largo del tiempo,
muchos fueron los hombres
que un día quisieron probar su poder.
En tu filo forjaste el destino de la humanidad.
Fuiste bañada en la sangre de cristo,
por ti matarán.
Puede que alguien
te quiera volver a aclamar
el tiempo nos lo dirá.
Durante siglos pasaste
de mano en mano
como la falsa moneda.
Fuiste fiel a Carlomagno,
a Napoleón ayudaste
a alzarse emperador.
Desde entonces fue la obsesión
de todo rey y emperador
poseerla sería la gloria,
invencible ante el mundo y ser Dios.
En tu filo forjaste el destino de la humanidad.
Fuiste bañada en la sangre de cristo,
por ti matarán.
Puede que alguien te quiera volver a aclamar,
el tiempo nos lo dirá.
Al fin la dejaron dormir
y la lanza en silencio esperó.
Un día Polonia tembló
y en las manos del odio se alzó.
Que rece quien sepa rezar
que la lanza aún nos puede llevar
a nuestra total destrucción
si algún loco la va a despertar.
Desde siempre fue la obsesión
de todo rey y emperador
poseerla sería la gloria,
invencible ante el mundo y ser Dios.
Música y Letra: Luis Fernández
7. Recuerdos de la Alhambra
Música: Francisco Tárrega
Arreglo Tapping bajo: Miguel Fernández
8. Carta de un Soldado
Fuego se alza allende el mar
madre, parto a luchar.
Niños llorando en la oscuridad
la guerra es su segundo hogar.
Nadie quiere morir.
Algunos quieren matar,
luego reir, luego brindar.
Llevo tu risa en mi corazón
el viento me deja oir tu voz.
Hoy disparé sin ninguna razón,
madre te pido perdón.
El hombre me pidió clemencia
llevaba en sus manos una foto
cuando en mis brazos murió.
Madre
el próximo puedo ser yo.
Madre
ya soy asesino, te pido perdón.
En sus ojos vi
las lágrimas de un hermano.
Que Dios castigue mi ser
por manchar con su sangre mis manos.
Nunca mi conciencia me permitirá
mirar al pasado sin llorar.
Madre, prefiero morir aquí
con esto no puedo vivir.
¿Quién tiene en sus manos mi destino?
¿ Quién es el que decide quiénes vamos
a la guerra a morir?
Música y Letra: Luis Fernández
9. Tu Dios
Vives en un mundo artificial.
Sufre, sólo de paso estarás,
y así engañarán
a todos los fieles que un día entenderán
que su lealtad
es un alto precio que nunca podrán disfrutar.
Hablas, mientes y crees predicar.
Juzgas para poder condenar
a aquellos que son felices
si tienen distinta opinión.
Me crees pecador
mas siglos de historia demuestran que tu eres peor.
No creo en tu dios
ni en el cielo ni tampoco en el infierno.
Tus hijos están
cansados de tanto comprar la eternidad.
Lucho por a los míos ayudar.
Sangre, ese es el precio a pagar
y no bastará
pues es el dinero el que ha de comprar
el santo perdón
de aquellos que tienen para comprar su salvación.
No creo en tu dios
ni en el cielo ni tampoco en el infierno.
Tus hijos están
cansados de tanto comprar la eternidad.
Miro al cielo y puedo ver
mil estrellas a mis pies,
pero sabré que allí nunca llegaré.
Lucharé por mil locuras,
lucharé por mil mentiras,
pero esta no,
te lo digo porque yo
no creo en tu dios
ni en el cielo ni tampoco en el infierno.
Tus hijos están
cansados de tanto comprar la eternidad.
Música y Letra: Txema Trinidad
10. La Nave Blanca
Vivo junto a la mar
y me cuenta historias
sobre lugares que los hombres
matarían por conocer.
En mi soledad
soy guardián del faro,
brava la mar un buen día acercó
una nave hasta aquí.
Puedes vivir con la fe
de que hay otro mundo mejor.
Vive el momento y si intentas
pasar la frontera ten en cuenta
que igual no hay nada allí.
Tiempo yo viajé
en la nave blanca
viendo las tierras de los sueños,
los misterios y el placer.
Fue mi corazón
ciego de avaricia
el que llevó mis deseos
de conquista hasta el final.
Lo que vi nunca voy a poder olvidar.
Sigo aquí, solitario en mi faro y jamás
he vuelto a ver a la nave volver.
Música y Letra: Luis Fernández
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